Palacio del Contraste de la Seda Murcia

El Palacio del Contraste de la Seda y sala de armas era el edificio más representativo de la ciudad de Murcia durante el siglo XVII, ya que simbolizaba el centro de la vida económica, social y política de la urbe. Sus fachadas se encuentran reubicadas actualmente en el Pabellón Contraste del Museo de Bellas Artes de Murcia.
Estaba situado en la plaza de Santa Catalina que, en esa época, era el centro urbano de la ciudad. En este edificio se realizaban las actividades relacionadas con el comercio de la seda: se fijaba su precio y se pagaban los diversos impuestos con que ésta se gravaba. En él se reunían personas de carácter muy heterogéneo: vecinos, forasteros, cosecheros, mercaderes, para cerrar tratos comerciales. Y muy cerca, en los barrios de San Antolín, San Andrés y San Miguel, habitaban los torcedores, tejedores, cordoneros, toqueros, pasamaneros y tintoreros, relacionados con la actividad de la seda.
Además de estas actividades relacionadas con la seda, era la sede donde se realizaba la inspección del cambio de monedas de oro y plata, sala de Armas de la ciudad, calabozo, archivo y, asimismo, donde se reunió el Concejo durante varios años.
Respecto a la arquitectura del palacio, decir que fue construido entre 1601 y 1609 según las trazas y la dirección de Pedro Monte de Isla, Maestro Mayor de la Catedral. Según el profesor Belda, Monte recoge en el Contraste "todo el saber arquitectónico y estético del Bajo Renacimiento, fundamentado en el purismo herreriano, que se difunde en España en la primera mitad del siglo XVII, y al que incorpora el esquema general de sus fachadas". Los elementos que caracterizan al edificio serán el  vano enmarcado por pilastras o columnas, el frontón curvo y partido –para alojar el escudo real en la fachada norte-, los pináculos herrerianos en los arranques del frontón, etc. Pero, además, Monte incorporó otras expresiones del manierismo como motivos aislados: encuadramientos de ventanas, balcones y puertas, o los capiteles-ménsula.
Estilísticamente destacaban las influencias renacentistas tanto en el exterior como en el interior del edificio, donde el patio central, arcado, se correspondía con los tres pisos del Contraste (planta baja, principal y galería), constituyéndose en una dependencia interior trazada al estilo de un cortile italiano. Sin embargo, el hecho de estar ligado a la arquitectura de la segunda mitad del siglo XVI más que a la barroca de su tiempo, se relaciona con las formas difundidas del Manierismo, y a la influencia herreriana en las composiciones de las fachadas. El profesor Belda destaca que el Palacio del Contraste de la Seda se ubica en la confluencia estilística de fines del Renacimiento y principios del Barroco.
A finales del siglo XVIII el Palacio del Contraste pierde el papel protagonista en el trato de la seda y empieza a degradarse progresivamente, declive ligado a la crisis de la sericultura y su industria en los siglos XIX y XX en España. En 1923 el edificio fue declarado Monumento Artístico Nacional, pero ello no fue obstáculo para ser demolido en 1932, conservándose sólo las fachadas norte y oeste, de dos alturas -pues la tercera porticada fue destruida en 1827- siendo desmontadas y posteriormente montadas por el arquitecto Leopoldo Torres Balbás en el patio del Museo de Bellas Artes en septiembre de ese mismo año.